Mamoplastia Reductora (Reducción y Levantamiento de Senos)

La mamoplastia reductora es un procedimiento quirúrgico diseñado para reducir el tamaño de los senos al eliminar el exceso de tejido mamario, grasa y piel. Este procedimiento es ideal para mujeres que experimentan incomodidad física o emocional debido al tamaño desproporcionado de sus senos, como dolor en la espalda, cuello, hombros o dificultad para realizar actividades cotidianas. Además de la reducción de tamaño, este procedimiento también puede incluir un levantamiento de los senos, que mejora la forma y posición de las mamas, devolviéndoles una apariencia más firme y juvenil.

El levantamiento de senos o mastopexia, parte fundamental de la mamoplastia reductora, busca reposicionar la areola y el pezón en una posición más alta, así como reafirmar la piel del busto para que luzca más tenso y natural. El levantamiento es especialmente útil para las mujeres que han experimentado flacidez en los senos debido a factores como el envejecimiento, la pérdida de peso significativa o el embarazo.

El procedimiento se realiza bajo anestesia general y generalmente implica incisiones en forma de ancla o en forma de T invertida, que permiten al cirujano acceder a las áreas a tratar. Las incisiones varían según la cantidad de tejido mamario a remover y la necesidad de levantar o reposicionar los senos. Aunque las cicatrices son inevitables, con el tiempo se desvanecen y se pueden ocultar fácilmente con la ropa interior o el bikini.

La recuperación tras una mamoplastia reductora varía según cada paciente, pero en términos generales, se recomienda descansar durante las primeras semanas, evitando actividades físicas intensas. La mayoría de las pacientes pueden regresar a sus actividades cotidianas entre 2 y 4 semanas, aunque las actividades más exigentes deben posponerse por al menos 6 semanas. El uso de un sujetador postquirúrgico o faja es esencial para apoyar la curación adecuada y reducir la inflamación.

Antes y Después

Antes

Antes

Antes

Después

Preguntas Frecuentes (FAQ)

El principal objetivo de la mamoplastia reductora es reducir el tamaño de los senos, al eliminar el exceso de tejido mamario, grasa y piel. Esto no solo mejora la estética, sino que también alivia el dolor físico asociado con senos grandes, como el dolor en la espalda, cuello y hombros.

Además de reducir el tamaño de los senos, la mamoplastia reductora incluye un levantamiento que reposiciona los senos en una posición más alta y firme. Esto mejora la forma, creando un busto más juvenil y armonioso con el resto del cuerpo.

La recuperación de la mamoplastia reductora varía según cada paciente, pero en general, las mujeres pueden regresar a sus actividades cotidianas después de 2 a 4 semanas. Sin embargo, actividades físicas más intensas deben evitarse durante aproximadamente 6 semanas. Es importante seguir las recomendaciones del cirujano para garantizar una recuperación adecuada

Además de los beneficios físicos, muchas mujeres experimentan una mejora en su autoestima y confianza después de la mamoplastia reductora. Al sentirse más cómodas con su cuerpo, pueden sentirse más seguras y satisfechas con su apariencia, lo que también mejora su bienestar emocional.